Hoy ha sido el último día de nuestra residencia de danza con la coreógrafa Olivia Mitterhuemer. En diez sesiones dirigidas por Olivia, los bailarines aprendieron a transferir emociones y elementos visuales a los movimientos, a trabajar juntos en la sincronización de sus actuaciones, a apuntar al mismo objetivo dejando espacio para la personalidad y la expresión individual.

En el espectáculo final, una de las mayores habilidades no relacionadas con la danza que desarrollaron los niños fue la comunicación en un idioma extranjero. Los participantes se dieron cuenta de que hacer preguntas, cometer errores y buscar explicaciones no es vergonzoso, sino beneficioso para alcanzar sus objetivos. Al ser residentes de danza, los alumnos también pudieron experimentar cómo el trabajo bajo presión de tiempo, el cumplimiento de un horario y el cumplimiento de compromisos influyen en la calidad del producto final. Su vídeo coreografiado se estrenará a mediados de julio, durante la semana de apertura del Festival de Salzburgo.

“El trabajo desde casa y con diferencias horarias no fue fácil. Pasamos diez semanas juntos, que son muchas, pero se pasaron muy rápido. Vi que había gente que se esforzaba mucho en este proyecto y que estaba muy motivada. Fue muy satisfactorio ver los resultados. Era interesante observar cómo cambiaba la mentalidad y cómo las curvas de aprendizaje de los residentes se hacían más rápidas y entraban más detalles en sus movimientos. Hacerlo en persona aportaría un resultado aún mejor, pero teniendo en cuenta nuestra nueva realidad virtual, creo que hemos hecho un gran trabajo”, comentó Olivia Mitterhuemer, mientras daba por concluida la última sesión de la residencia.

Al reflexionar sobre su experiencia en la Residencia de Danza, Glorija Velkova, de Macedonia del Norte, dijo:

Ha sido una buena oportunidad para bailar, hemos recibido unas clases estupendas; hemos pasado un rato divertido para agitarnos. En los últimos meses, los sábados fueron los mejores días de la semana. Bailar con Olivia ha sido muy liberador. Me ayudó a deshacerme de todas mis emociones negativas“.

Marjory Milla, de Guatemala, añadió

¡Me di cuenta de que la danza formaba parte de mi vida! Me gustó mucho haber formado parte de la residencia. Olivia mostró cómo la danza puede ser relajante y hacer las cosas sean más fáciles. Estoy agradecida por lo que hicimos aquí“.

0

Comments

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

@CREATIVE.FELLOWSHIP 2021-2022
CREATED BY DOT SHOT